Prosas al Bosque
Prof. Erik Ortega

En la Inter de Aguadilla
Allí empezó la excursión
y muchos miembros de C.E.C.I.A.
rebosaban de la emoción.

En la ruta ya trazada
con mucha anticipación
hacia los bosques de Adjuntas
marchaba la dirección.

A Casa Pueblo llegamos
y quedamos asombrados
Por las muchas cosas buenas
que esa gente allí ha logrado.

Vimos un mariposario,
En una esquina un museo
Saboreando un café criollo
se nos cumplió ese deseo.
Nos despedimos del pueblo
y doblando muchas curvas
comenzamos a admirar
los bellos bosques de Adjuntas.

Era un paisaje agradable,
repleto de cundeamores.
Empapado en la fragancia
de las más variadas flores.

Caminamos las veredas
con matices de verdor,
escuchando un arroyuelo
con su agradable rumor.

Todo el sitio estaba lleno
con el trinar de las aves
y pensar que en este lugar
pudo ocurrir un ultraje

Me refiero a una mina
que querían imponer
y gran parte de ese ambiente
iba a desaparecer.

El ingenioso Massol
y un grupo de ciudadanos
lucharon con mucho esfuerzo
para evitar esos daños.

Hoy agradece este bosque
y responde con agrado,
manteniendo su esplendor
pues no ha sido maltratado.

Ya la tarde había pasado.
Se levantó el campamento
con los cuerpos muy cansados
pero estábamos contentos.

Tatita y Gody en la cena
trabajando en la cocina
preparando con afán
suculentas golosinas.

El cantió de los gallos
nos despertó en la mañana
Estábamos ubicados
en una finca lejana.
Una propiedad hermosa
llena de frutos sabrosos:
chinas, guamá, mandarinas
y guineos deliciosos

Las flores nos rodeaban
con surtido colorido.
Inhalando aquel aroma
que causó grandes suspiros.

Allí estuvimos dos días
que pasamos divertidos
conociendo mucha fauna,
la foresta y los caminos.

Ortega y Perdomo son
de C.E.C.I.A. los mentores,
esa gran Asociación
de estudiantes luchadores.

De regreso a nuestra casa
nos llevamos en la mente
lo bueno que es compartir
y mantener el ambiente.

Que lo puedan disfrutar
futuras generaciones
Dándole gracias a Dios
por todas sus bendiciones.